7 dic 2016

Tiene 25 años y así está cambiando la industria del cine para adultos

Ojalá estemos en ese punto de madurez en el que podemos aceptar que ver pornografía es un acto cotidiano y recurrente entre todas las personas. Aquellas viejas costumbres de cerrar los ojos cuando inicia una escena sexual en el cine ya se perdió. Ahora, en lugar de cohibirnos, pedimos más y más. Este deseo desenfrenado por ver a desconocidos sin ninguna prenda lo aprovechó una estudiante de arte de 25 años que convirtió las triviales y frías escenas pornográficas en un arte erótico, sugestivo y elegante.
Vex Ashley comenzó enseñando su delicado cuerpo frente a una cámara web. Las personas se conectaban en el sitio donde trabajaba para ver a la chica de lindos ojos y piel pálida. Su encanto hizo que más de 10 mil personas la vieran simultáneamente y en tiempo real. Ella complacía las peticiones de sus seguidores con una gracia angelical muy dulce. Así pasó los primeros años de su carrera, tocando sus partes íntimas sin ninguna vergüenza para satisfacer a sus clientes, hasta que un día entendió que la sexualidad, el erotismo y el arte se pueden unir para hacer algo superior a simple pornografía.
 Su siguiente paso fue hacer fotografías eróticas con un grupo de amigos. Inmediatamente sus seguidores volvieron a amarla por la incomparable belleza de sus fotos. En la composición de sus imágenes se refleja el candor de su alma. El juego de las luces cálidas que se combinaban con su cuerpo tibio comunican mensajes eróticos que llegan al corazón. La gente comenzó a buscarla no para ver su cuerpo desnudo, sino para apreciar el nuevo arte que estaba haciendo.
Vex Ashley es una mujer muy atractiva. Tiene una mirada profunda que obliga al espectador a voltear a verla a los ojos. La tersura de su cuerpo es sólo un complemento de lo que es ella: una artista visual del erotismo. Cuando inició el proyecto fotográfico “Stills” por fin pudo poner liberar su creatividad, tomándose a ella misma como modelo. Cada una de sus series tiene una temática única que reinventa la palabra pornografía. No sólo se trata de enseñarse a sí misma desnuda, hay un mensaje para el nuevo voyerista, que sin saberlo está consumiendo arte a través de su persona.
 Su carrera artística y erótica no termina ahí. Como una verdadera artista, se propuso seguir adelante en la experimentación. Si ya dominó el arte de la fotografía el siguiente reto está en hacer video erótico, mejor conocido como “soft porno”. El mayor problema, explica, es traspasar todo el estilo cálido y sensible al cine. Vaya que se enfrentó a un trabajo muy complicado porque ahora estaba compitiendo directamente con la gran industria pornográfica, aquella que gana cientos de millones de dólares al realizar producciones con mujeres que son totalmente humilladas y agredidas mientras uno o varios hombres las penetran.
 Ashley supo que enfrentaría un gran problema porque sabía bien que el gran atractivo de la pornografía es la crudeza de sus escenas. La mayoría de las personas –en especial hombres– buscan la sumisión del sexo opuesto en los videos pornográficos que ven. Entre mayor sea la vejación, mayor será su excitación. Esto se debe a que los videos de esta clase están pensados en satisfacer los deseos la gente reprime o no puede cumplir. Ya decía Freud que el hombre está constituido por el eros y el tanatos, la creación y la destrucción, la vida o la muerte. Los valores positivos que siente que puede expresar libremente en su mundo, pero todos los pensamientos, ideas y emociones negativas tienen que ocultarse. Los videos porno son realizados para liberar la tensión sexual que provoca el objeto de deseo reprimido.
 Aún con todo un mundo y un estudio psicoanalítico en su contra, Vex Ashley se propuso transformar la concepción de los videos pornográficos para transformarlos en arte.
El éxito en sus fotos le dio la oportunidad de crear la productora Four Chambers, un lugar donde se realizan videos para adultos de una manera diferente pero igual de placenteros. En el video “Atrition”, Vex vuelve a tentar la lógica de la industria. Retoma uno de los fetiches más agresivos que existe en la sexualidad y lo transporta a un escenario creativo, erótico y sugestivo, sin llegar a ser violento pero sin perder la esencia del bondage. Sí, se observa una sumisión por parte de un participante, pero existe un respeto inherente cuando el personaje que somete se pone a la altura del agredido y lo excita mientras lo agrede.
Si la pornografía se trata de perversiones, agresiones y pasiones desbordantes, en esta ocasión Vex Ashley le entrega al espectador justo lo que deseaba. “Secretions” trata de la masturbación de una mujer. En lugar de centrarse en su vagina, como acostumbran a hacerlo los demás realizadores, ella presenta todo excepto su sexo. Para llenar ese vacío, aquella ausencia de depravación, Vex sitúa a la actriz en un entorno extraño, abrumador y transgresor. Ella se baña en sus secreciones mientras se estimula sexualmente frotándose todo el cuerpo. Sus gemidos se combinan con una pieza sonora lenta pero llena de insinuaciones perversas.

De esta forma, la ahora directora de cine porno, Vex Ashley, transforma el sentido de las películas para adultos. Si antes todo era sexo explícito, sanguinario y salvaje, ella lo eleva a un plano artístico. Sus producciones aún conservan el toque de pasión y excitación que el mundo está acostumbrado a consumir, pero mejorado e intensificado. Ante esta nueva forma de producir cine porno, los críticos han llegado a comparar su trabajo con el movimiento avant-garde. Diciéndolo de otro modo, están asegurando que su arte es vanguardista por realizar obras innovadoras en el arte del cine erótico. ¿Será posible?

 Su casa productora, Four Chambers, sigue realizando películas bajo la dirección de Vex. Si sigue así, en unos cuantos años su trabajo mostrará la línea que deben seguir las demás películas, creándose un nuevo cine para adultos. Conoce sus producciones en el sitio oficial de su productora.

Fuente:elciudadano